Nací el 13 de febrero de 1995. Vivo y trabajo en Guanajuato capital.
Inicié mi camino en las tablas desde el año 2011, bajo la dirección del Maestro Alonso Echánove, en el Taller de Actuación de la Dirección de Extensión Cultural de la Universidad de Guanajuato, estuve en activo cerca de dos años. Dimos vida a varias obras, entre las más importantes son: “La suerte de la Fea”, de Alejandro Licona; “En busca de la Perla Negra”, de Carlos Díaz, entre otras. Posteriormente me di cuenta que el teatro me llamaba mucho, por la ventana de oportunidad para conocer mundos diferentes al mío, y que sencillamente, es un espacio donde se te permite sentir y explorar, así como ser un refugio para ideas y creación. En ese entonces yo estaba estudiando la preparatoria.
Al tener esta oportunidad de participar con el maestro Echánove, experimentar la creación del personaje, la adrenalina esos segundos antes de salir a escena, los ensayos y construcción de toda la obra, comencé a sentirme completa, que había encontrado mi pertenencia. Antes de salir de la preparatoria me debatía entre estudiar actuación o irme a estudiar medicina. Gracias al apoyo del maestro Echánove, obtuve mi respuesta.
Así pues, en agosto de 2014 entré a la Licenciatura en Artes Escénicas, de la Universidad de Guanajuato. En el mismo año, escribí una novela, cuyo nombre es: “Cartas a mi amor”, publicada por la Editorial Palibrio, en Estados Unidos en 2015. Desde ahí me di cuenta, que podía darles vida a los personajes a través de mí trabajo como actriz y también mediante pluma y papel.
Dentro de la carrera, comencé mi formación actoral, mediante diferentes técnicas, desde el clásico Stanislavsky hasta Valencia. Pasando por diversos entrenamientos y creaciones, donde me permitieron conocer la pantomima, Kathakali y feldenkrais, siendo estos los que más se arraigaron.
Participé en varias obras, como resultado final de cada semestre. Y apoyé en diversos proyectos de compañeros, asistiéndolos en escenografía e iluminación, así como apoyo técnico en producciones de la escuela. Permitiéndome explorar diferentes panoramas de la escena, como ejecutante y asistiendo detrás de la escena.
La producción que me dejó más satisfecha, fue “La Casa de Bernarda Alba”, de Federico García Lorca, bajo la dirección de la maestra Eugenia Cano Puga, en 2016. Con ella pasamos un gran proceso de construcción y aprendizaje, apoyándonos en la pantomima para hacer varias secuencias que nutrieron y dieron más vida a las escenas del montaje, explorando las ataduras atemporales de la mujer y su “decencia”.
En septiembre del mismo año, participé en el primer concurso a nivel regional de dramaturgia, por parte de Extensión Cultural de la Universidad de Guanajuato. Los ganadores fuimos publicados en un libro titulado: “Primera llamarada”, en el año 2017.
En 2018, de febrero a julio, participé en un intercambio con la Universidad de Caldas, en Colombia. Me permití aprender, ver y vivir, su cultura. Me impactó la manera en que han sabido conjugar todas sus raíces y hacer crecer algo nuevo, algo muy suyo y muy puro, que procuran perpetuar. Creando y creyendo en la cultura colombiana.
En el año 2019 escribí, en conjunto, un artículo: “El teatro penitenciario en Puentecillas, Guanajuato: Herramienta efectiva en pro del bienestar y reinserción social de sus internos”. Buscando demostrar que el teatro es una forma de expresión, que apoya en la transformación de las personas socialmente afectadas, en este caso específico, en las personas que han cometido un acto contra las normas jurídicas y sociales establecidas. Siendo este mi trabajo de grado en el cual obtuve el título universitario de Licenciatura.
En la actualidad, se encuentra en vías de publicación, mi segunda novela: “Anhelo de Vivir”, con la Editorial Endira, aquí en México.
Y como último, me encuentro estudiando en línea un Máster en Escritura Creativa, por parte de la Universidad de Salamanca, España.
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